La última del año en Santa Marina

Se acerca el final de temporada, y aunque nos queda poquito, aún tenemos días de disfrute por delante, como ocurrió el pasado fin de semana en la última cita del año con el escenario social de Santa Marina.

El día se levantó un poco revuelto y lluvioso, lo que hizo que solo 15 valientes se animasen a ponerse el vadeador y tirarse al río. Y la buena fortuna decidió sonreir a los valientes, regalando un río en muy buenas condiciones y unas cuantas pintonas con ganas de jugar.

Como podemos comprobar, guapos los riopormeros y más guapetonas las pintonas, que decidieron salir a jugar y proporcionaron un día de pesca agradable y divertido, con mención especial para los riopormeros más jovenzuelos, que adelantaron a los más veteranos y les quitaron las pegatinas por una vez y sin que sirva de precedente 😛

Tras la primera ronda mañanera, tocaba rellenar el depósito, y esta vez se decidió hacer parada y fonda en el paso honroso, donde se llenaron las tripitas vacías con deliciosas viandas.

Y tras espabilar la modorra de después de comer, de vuelta al río, para completar una jornada agradable, distendida y llena de buen rollo, como debe ser.

Y así, satisfechos y felices, se puso punto final a la jornada. Los escenarios se acaban, pero aún nos queda mucho por disfrutar.

Y nosotros que lo veamos… en el río Porma, por supuesto 😉

Limpiando bajo la lluvia

¡Hola hola, chiquines!

Madre mía que día más bueno eligieron aquí nuestros amiguitos riopormeros para programar la limpieza. Frío, viento, agua… Solo faltó el meteorito y una visita de los extraterrestres para rematar la jornada.

Pintaba muy feo ya desde primera hora de la mañana, y tan solo 7 valientes riopormeros se atrevieron a calzarse las botas de goma y cumplir con la misión de adecentar un poco la vereda de nuestro amado río Porma.

Y vaya si pasaron frío. ¡Menudas caritas! Pobrecitos. Mierda a chorrón, como todos los años (mira que los humanos podemos llegar a ser gorrinos, la virgen); tanta, que ni el agua ni la torrentera se la pudo llevar toda, y a pesar de los pocos efectivos y las muchas dificultades, se consiguió limpiar un montón de basura, dejando los alrededores del puente limpitos y listos para que vuelvan los guarreras a empercocharlo todo.

Informamos que todos los presentes llegaron a casita ateridos, pero tras un cola cao calentito y un rato enroscados en el radiador, todos están de una pieza, sin mocos ni aparentes indicios de haber pillado una pulmonía., y ya están listos para la nueva aventura riopormera que les aguarda.

La apertura de la veda ya está cada día un poquito mas cerca.

Y allí nos veremos, mis pequeñuelos… En el río Porma, por supuesto 😉